Jugar es sinónimo de actuar, de tirar y aflojar, de un tú o yo, no de un tú y yo. Cuando eres niño puedes ganar o perder, pero de adulto lo más probable es que pierdas más que ganes. Juguemos a un juego!, dejemos de jugar. Dejar de jugar te hace libre, más auténtico y mejor persona. Y al final, lo mejor de todo es que los miedos se hacen más pequeños y tú más valiente.
I'm a passenger
lunes, 31 de marzo de 2014
Juguemos a un juego, dejemos de jugar
Jugar y juego son palabras que a bote pronto suenan positivas, divertidas. Jugar es una palabra bonita que te lleva a esas tardes de escondite, de carreras y charcos y de partidas de canicas. Jugar es bonito cuando eres niño. Con los años puede ser divertido o puede ser negativo.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Hoy es uno de esos días
Hoy es uno de esos días en los que me gustaría dormirme y despertarme dentro de unos meses.
Hoy es uno de esos días en los que uno no difiere entre realidad y ficción.
Hoy, es uno de esos días en los que los que parece que caminas dentro de una burbuja y lo que pasa a tu alrededor es ajeno a tu propio mundo.
Hoy, es uno de esos días en los que todo se tiñe de color gris, ese color triste que hace que tu corazón se congele y no consigas identificar lo que sientes.
Hoy es el primer día del resto de mi vida en el que nunca olvidaré el olor a melocotones, el sabor de las uvas con queso, ni el aroma del café cada mañana. Tampoco nuestras tardes de sofá y culebrones, nuestras peleas los Domingos por el mando a distancia, ni tus aportaciones sobre las tendencias de cada temporada y mucho menos toda esa lista de contra indicaciones sobre todos los chicos que pululaban a mi alrededor.
Hoy es el día en el que te recordaré cada segundo, cada hora, cada día del resto de mi existencia.
Hasta pronto compañera. Te quiere, tu nieta.
Hoy es uno de esos días en los que uno no difiere entre realidad y ficción.
Hoy, es uno de esos días en los que los que parece que caminas dentro de una burbuja y lo que pasa a tu alrededor es ajeno a tu propio mundo.
Hoy, es uno de esos días en los que todo se tiñe de color gris, ese color triste que hace que tu corazón se congele y no consigas identificar lo que sientes.
Hoy es el primer día del resto de mi vida en el que nunca olvidaré el olor a melocotones, el sabor de las uvas con queso, ni el aroma del café cada mañana. Tampoco nuestras tardes de sofá y culebrones, nuestras peleas los Domingos por el mando a distancia, ni tus aportaciones sobre las tendencias de cada temporada y mucho menos toda esa lista de contra indicaciones sobre todos los chicos que pululaban a mi alrededor.
Hoy es el día en el que te recordaré cada segundo, cada hora, cada día del resto de mi existencia.
Hasta pronto compañera. Te quiere, tu nieta.
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